Todos hemos oído hablar de las bombillas de bajo consumo y sabemos que en teoría si cambiamos todas las viejas bombillas de nuestra casa por estas nuevas a la larga saldremos ganando. Pero siempre nos queda la duda de cómo salimos ganando. Realmente merece la pena comprar unas bombillas tan caras en lugar de las antiguas para ahorrar unos pocos euros. Para explicárnoslo siempre nos hablan de consumos de media de las familias, un cacao... Aquí vamos a intentar ir un poco más al grano con un caso particular y sin tener los datos de Endesa a mano...
Veamos las ventajas sobre las normales:
- Gastan sólo un 20% de la energía que gasta su versión de alto consumo
- Su duración media es de 8 veces más que las débiles bombillas de toda la vida
Y sus contras:
- Básicamente, son más caras.
Genial, nos hemos quedado igual así que para hablar de lo que nos cuesta miramos simplemente en Ikea porque sabemos que es un sitio barato y vamos a comprobar que se nos ofrece en cuestión de bombillas.
Como cada bombilla normal debería ser cambiada 10 veces para aguantar lo mismo que la de bajo consumo tenemos que elegir la versión cara al cabo de 10.000 horas de encendido nos ha costado sólo 0,75 € [ ( 9 / 2 ) - ( 1,5 x 10 / 4 ) ] de diferencia. Mucho menos de lo que esperábamos.
Ahora, sí, pensemos en años y años gastando sólo 11W en vez de los 60 de siempre. Se nos dice que cada bombilla supone unos 60€ de ahorro como media, muy equivocados deben estar para no querer cambiar 0,75€ por 60€, ¿no?
Si esta divagación tan poco científica no te ha convencido siempre puedes leer datos más correctos y con medias de las buenas en estos artículos: